Que gran verdad, debemos querernos. Cuidarnos, ser felices con nosotros mismos. Y entonces, solo entonces, seremos felices con los demás. Da igual lo que tengas, ser feliz depende de ti, no de los demás. ¡Felicidad!

Para querernos debemos llegar a tener ciertas premisas claras, y además trabajar en ellas de un modo activo. Primero, reflexionar y conocernos. Sólo entonces seremos capaces de aceptarnos, tal y como somos. Completos, o incompletos.

Porque todos tenemos los mismo problemas, vengamos de donde vengamos, y son esos problemas los que nos angustian. Problemas de relaciones humanas, de salud, económicos o de lugar.

¿Cómo podemos arrojar un poco de luz a estos problemas?

¡Nada mejor que la conversación para aprender! Nuestros auxiliares aprenden técnicas que propician una buena comunicación. Sin miedo a contar, a reflexionar sobre su propia vida. Cuántas veces intentamos que nuestros alumnos se comuniquen con nosotros. Pero tantas veces les cohibimos, preguntando sobre cosas que no saben o no entienden. Cuando lo más sencillo es conversar sobre nosotros, sobre nuestra vida. Pregúntales sobre lo que hicieron ayer, sobre su vida en casa, su día a día.

¡Cuánto hay por aprender sobre nosotros mismos! Pero lo más bonito es que para aprender sobre nosotros debemos saber que es lo que otros pensaban de si mismos. Albert Espinosa nos recomienda la técnica del amigo amarillo, o lo que se decía antes era la técnica de la abuela. Porque esa persona que no te conoce, no te juzga, y quizá tampoco te de ningún consejo, te preguntará esa pregunta clave que nadie se atreve a hacerte. Ella te dará la idea para resolver tu problema. Recuerda, la solución y el conocimiento esta dentro de ti. Deja que las ideas afloren. Speak your Mind. ¡Felicidad!

By Javier Castrillo